La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, insta a los estados a incorporar la perspectiva ambiental en la preparación ante eventuales pandemias en el futuro, y tratar de reducir lo máximo posible, la vulnerabilidad de la sociedad ante estas posibles amenazas a la salud mundial.

Estas declaraciones de María Neira han tenido lugar en la conferencia virtual «Pandemias: superando la covid y preparándonos para el futuro», impulsada por la Fundación «la Caixa» y Biocat, y liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa).

Los humanos somos la especie animal más susceptible para volver a sufrir en el futuro una pandemia como la actual provocada por el SARS-CoV-2, pues, junto con los animales domésticos -que suponen un 96 % de los mamíferos de la Tierra-, los 8.000 millones de personas que habitamos el planeta constituimos la principal diana para los patógenos.

Crisis climática

A estos factores se suma que vivimos conectados en un mundo globalizado cada vez más impactado por la crisis climática, en el que la destrucción de hábitats naturales y la escasez de recursos modifica los contactos entre especies en la vida salvaje.

Epidemias anteriores recientes, como la causada por el virus del SARS, la gripe aviar o el ébola, ya pusieron de manifiesto que estaban aumentando las condiciones necesarias para que patógenos de la vida salvaje pudieran saltar a los humanos y que se debía adoptar una perspectiva «One Health», es decir, un enfoque de «una sola salud» para frenarlas.

«La probabilidad de tener otra epidemia o pandemia está allí», ha señalado Neira, que ha incidido que para reducir al máximo la vulnerabilidad ante posibles brotes del futuro es necesario abordar a la vez la salud animal, la humana y la ambiental.

Salud global

La vida humana y animal ya hace años que se abordan conjuntamente, pero falta «incorporar también la ambiental», ha enfatizado Neira, pues «la salud global no es solo la ausencia de enfermedades», sino también preservar y recuperar el planeta.

«Reducir nuestra vulnerabilidad -ante futuras pandemias- quiere decir acabar con las agresiónes de la deforestación y mejorar el conocimiento de los vínculos entre naturaleza y salud humana», así como abordar cuestiones como pesticidas, gestión del agua o la contaminación del aire, ha destacado.

En este sentido, ha recordado que Nueva Delhi ha impuesto restricciones «no por la COVID, sino por la contaminación», y este tipo de situación, además de suponer un problema de salud, está reportando un perjuicio económico.

Neira ha enfatizado, en esta línea, que invertir en transición ecológica es lo que hace «subir la economía y la salud», para rebatir el discurso que contrapone ecologismo y desarrollo económico.

En cuanto a la pandemia de la COVID-19, ha admitido «sombras y luces» en el desarrollo del fondo global de acceso a vacunas COVAX y ha instado a los países a aportar más inmunógenos, no solo por una cuestión de «solidaridad», sino también por «pragmatismo», ya que conviene a todo el mundo la vacunación global.