La microbiota desempeña un papel esencial en el desarrollo del sistema inmunitario, ejerciendo un potente efecto defensivo frente a la colonización de patógenos y oportunistas y reforzando la función de barrera intestinal constituida por los enterocitos y el propio mucus que los rodea. Además, contribuye a mejorar la inmunidad innata a través de la regulación de la secreción y producción de péptidos antimicrobianos.

Eubiosis y disbiosis: ¿cuáles son las diferencias?

En función de su diversidad y composición, la microbiota puede adoptar dos estados diferentes: eubiosis y disbiosis.

Por un lado, se denomina eubiosis al estado en el cual la microbiota intestinal se encuentra “normal” y “equilibrada”. En este sentido, cumple todos los requisitos para que podamos obtener beneficios de sus efectos sobre la salud a nivel metabólico, inmunitario, neuronal y de barrera protectora.

Antibióticos y hábitos poco saludables, principales causas de la disbiosis

Sin embargo, el desequilibrio en la composición de la microbiotica intestinal corresponde a una inestabilidad en la biodiversidad de nuestra microbiota, producida por un aumento del número de bacterias perjudiciales en ella. Este estado se conoce como disbiosis y se origina por las alteraciones de la flora intestinal y la respuesta adversa del hospedador a estos cambios.

 Existen múltiples factores que pueden provocar un desequilibrio en la microbiota intestinal, en su mayoría asociados al consumo de antibióticos y a un estilo de vida poco saludable:

  •  Mantener una dieta poco variada. Las dietas ricas en alimentos ultraprocesados, azúcares, sal, aditivos o grasas saturadas, ejercen un efecto dañino sobre la microbiota intestinal. Este tipo de alimentación hace que nuestra flora no tenga las bacterias beneficiosas necesarias para ayudar a nuestro intestino, lo cual favorece su inflamación y aumenta el riesgo de padecer enfermedades como el Síndrome del Intestino Permeable (Leaky Gut), además de dolores de estómago, hinchazón, gases, distensión abdominal…
  • Abuso de antibióticos. Una de las causas más importantes de disbiosis intestinal es el consumo de antibióticos. Por ello, resulta fundamental consumir antibióticos de manera responsable, siguiendo fielmente las instrucciones del médico y cumpliendo las pautas y horarios del tratamiento.
  • Factores ambientales. Elementos presentes en el medio ambiente como los metales pesados, los compuestos orgánicos volátiles o los xenoestrógenos también pueden provocar la disbiosis.
  • Factores como la edad, el peso o alguna enfermedad congénita, también pueden llegar a influir en el equilibrio de nuestra flora intestinal.
  • Hábitos nocivos. Algunos hábitos como el consumo de alcohol, tabaco y drogas, o una vida marcada por mucho estrés o ansiedad provocan un efecto inflamatorio en el intestino que altera tanto la permeabilidad de su mucosa como el equilibrio microbiológico.

Disbiosis: consecuencias generales y repercusión en nuestra salud

 De manera reciente, se han asociado distintas enfermedades con cambios en la microbiota intestinal, además de otras afecciones como hinchazón, estreñimiento, diarrea, gases estomacales, mala absorción de los nutrientes o debilitamiento de las defensas.

 Entre las enfermedades que pueden desarrollarse o agravarse por causa de un desequilibrio en la flora intestinal se encuentran las siguientes:

  • Enfermedades digestivas: enfermedad de Crohn, síndrome del intestino irritable, colitis ulcerosa, gastroenteritis, enfermedad celíaca…
  • Enfermedades de alta prevalencia: obesidad, cáncer, hígado graso, intolerancias, enfermedades intestinales inflamatorias o afecciones dermatológicas como la psoriasis o la dermatitis.
  • Otros trastornos como molestias musculares y articulares, fatiga y cansancio crónico, migrañasinsomnio, etc.

Detección y tratamiento de la disbiosis

 Los síntomas mencionados en el apartado anterior ayudan a detectar la aparición de la disbiosis. Sin embargo, se está estudiando el uso de prebióticos, probióticos y transplante de microbiotica fecal como terapias para restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal y, al mismo tiempo, como una manera de prevenir y/o tratar diferentes tipos de enfermedades.

 La realización de una analítica de heces permite detectar la causa principal del desarrollo de la disbiosis y determinar si este estado ha sido producido por un tipo determinado de bacteria, hongo o parásito.

 Asimismo, es fundamental seguir una dieta sana y equilibrada, rica en vegetales y alimentos con fibra que ayuden a mantener una buena salud intestinal.  

Fuente Mikrobionmik