Cómo dice el profesor Ceferino Maestú. Esta tecnología nos expone a todos.

El doctor Ceferino Maestú Unturbe es uno de los principales científicos que estudian en España el impacto de los campos electromagnéticos artificiales (CEM) y la contaminación electromagnética en la salud humana.

El Dr. Ceferino Maestú es director del Laboratorio de Bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), e inventor de diferentes dispositivos para la medición de los niveles de exposición de electro magnética,

El Dr. Maestú es uno de los doscientos científicos firmantes del manifiesto internacional contra la exposición exponencial a la contaminación electromagnética a la que los ciudadanos estamos cada vez más sometidos en esta sociedad súper tecnificada.

Defiende la importancia de proteger la salud del ciudadano frente al desarrollo de las Telecomunicaciones y el consecuente aumento de las tasas electromagnéticas en los hogares.

Frente a las tasas recomendadas por el Parlamento Europeo en 2008 de 0,1 microvatios/cm2 nos encontramos en España con tasas actuales que son 4000 veces mayores. No se sabe conoce con exactitud el nivel de resistencia del sistema inmunológico del cuerpo humano a este tipo de radiación, pero el sistema de las personas electro hipersensibles está respondiendo antes que el de los demás y su numero aumento cuando aumenta la tasa de exposición.

Por lo tanto, es fundamental desarrollar telefonía móvil con niveles de exposición mucho más bajos que eviten exponer a la población a toda esta radiación.

Electrohipersensibilidad y Síndrome de sensibilidad central

«Muchos investigadores creemos en el síndrome de sensibilidad central.» Dice el profesor Maeztu. Este síndrome es una alteración en la actividad fisiológica a nivel cerebral que modifica la modulación de las señales que recibimos y que da lugar a nuevas patologías que tienen probablemente el mismo origen: electrohipersensble y sus síntomas coinciden con otras patologías como la fibromialgia, cansancio, pérdida de memoria a corto plazo, desconcentración, escozor de ojos, acúfenos, rigidez muscular, falta de libido, nerviosismo, alteraciones tiroideas…

Los afectados por alteraciones del Sistema Nervioso Central son muchos. Una de cada cuatro personas (contando con las intolerancias alimentarias) tiene algún tipo de intolerancia ambiental y un 6o% son mujeres.

Estos cambios se producen a nivel molecular y tisular, que conocemos mal. Solo conocemos los procesos a nivel central.

Sin embargo, los organismos públicos no consideran las radiaciones como una posible causa.

No existe un perfil puro de la persona hipersensible al campo electromagnético, sino que generalmente quien empieza a ser sensible a los CEM puede serlo a los químicos y también a los alimentos. Y a la inversa.

«Para curarnos, solo podemos evitar los desencadenantes ambientales y disminuir los tóxicos, porque esta respuesta parece producirse por una bioacumulación de diferentes elementos tóxicos: químicos, procesos infecciosos mal curados, metales en la boca y campos electromagnéticos. Uno solo a lo mejor no hace nada, pero sí la suma de varios.»

La OMS no ha aceptado esta clasificación porque no puede identificar siempre la misma sintomatología para la misma exposición.

Y esto es porque cada organismo responde de forma diferente ante diferentes procesos de exposición, frecuencias, intensidades… Incluso algunas personas responden a un tipo de frecuencias y no a otras. Esto dificulta los estudios epidemiológicos.

Peligros del wifi en la infancia. HDH Institution.

Excesivos campos electromagnéticos

En España, Enrique Navarro, catedrático de la Facultad de Físicas de Valencia, calculó que se había duplicado la radiación entre 1970 y 2000.

También la fundación IT’IS, con apoyo del gobierno suizo, establece una relación entre ciertas patologías y las tasas de exposición relativas. Pero hoy no sabemos cuánto ha crecido porque nadie lo mide.

«Nuestros hijos se enfrentan desde la concepción a esta radiación. Van a estar expuestos a niveles miles de veces superiores a los que hemos tenido nosotros.»

Ceferino Maestú

El wifi actual es incompatible con el ser humano desde el punto de vista biológico.

El microondas usa la misma frecuencia: 2,45 gigaherzios, la frecuencia de resonancia del protón del agua al someterlo a una radiación que produce choques que generan el calentamiento.

Nosotros somos 80% agua y. cuando utilizamos wifi, estamos produciendo un calentamiento general en nuestro sistema. Si se buscaran mecanismos de comunicación con otras frecuencias y sistemas de intermodulación, que no correspondan a la actividad biológica del ser humano, sería más interesante.

Ceferino Maestú

Existen más de 20000 estudios a nivel europeo que tratan los campos electromagnéticos y epidemiológicos. Pero la industria sigue avanzando y aumentando los riesgos a los que la población se ve sometida.

El riesgo del wifi en las escuelas

El uso de wifi es peligroso en las escuelas porque, tal como dice el Dr. Ceferino Maestú «La escuela 2.0 obvia la salud de los niños al no tener en cuenta los efectos de exponerles diariamente a tasas de radiación cuando, en principio, tienen menor capacidad de defensa que los adultos». Es preferible que «los colegios no utilicen wifi, que lo quiten, y en su lugar cableen el edificio como han hecho ya varias escuelas». así no van a radiar a los niños y multiplicarán por mucho la capacidad de ancho de banda.